En nuestro país los niños y jóvenes con NEE no acceden fácilmente a este derecho. La equidad en su triple dimensión: acceso, procesos y resultados requiere equilibrar los principios de igualdad (lo común) y diferenciación (lo diverso), contando con los recursos que cada alumno necesite para ejercer este derecho. La equidad requiere escuelas inclusivas y supone flexibilidad organizativa y pedagógica, variedad de opciones y recursos. De vital importancia son los equipos interdisciplinarios, la apertura a la comunidad y trabajo en red.
Una propuesta inclusiva debe prestar atención a los diferentes niveles del sistema, con diseños curriculares dinámicos, actualizados permanentemente. Frecuentemente recibimos consultas referidas no a "discapacidad", sino a problemas de rendimiento escolar y de conducta. Importa establecer diagnósticos precisos, para comprender mejor estas situaciones en que los niños o jóvenes no logran insertarse o permanecer en el sistema educativo. El énfasis en el diagnóstico nos permite actuar preventivamente, antes que las dificultades se establezcan o se profundicen. En este abordaje integramos las áreas educativa y clínica, ofreciendo apoyo pedagógico para un abordaje integral. Aceptar la complejidad requiere reconocer avances teóricos y clínicos de distintas disciplinas, y hace necesario un trabajo interdisciplinario, y permanente coordinación interinstitucional, formando redes. Una educación de calidad exige desarrollar las competencias necesarias para participar de la vida social y desarrollar un proyecto de vida. Debería ser significativa, para que todos puedan apropiarse de los contenidos, y construirse como sujetos, desarrollando autonomía e identidad. La inclusión no es un simple cambio técnico u organizacional, sino un movimiento cuyo objetivo es asegurar a todos una educación de calidad. Se basa en la diversidad, es un proceso orientado a responder a las distintas necesidades del alumnado, y a incrementar su participación en el aprendizaje, reduciendo la exclusión social. (Unesco 2005). De lo contrario, esta exclusión se ve reforzada cuando la persona crece, ya que la falta de educación dificulta el acceso al trabajo. La inclusión educativa de niños y jóvenes con dificultades para aprender por déficit o por dificultades específicas es compleja, pero, siendo el acceso a la educación un derecho.
Una propuesta inclusiva debe prestar atención a los diferentes niveles del sistema, con diseños curriculares dinámicos, actualizados permanentemente. Frecuentemente recibimos consultas referidas no a "discapacidad", sino a problemas de rendimiento escolar y de conducta. Importa establecer diagnósticos precisos, para comprender mejor estas situaciones en que los niños o jóvenes no logran insertarse o permanecer en el sistema educativo. El énfasis en el diagnóstico nos permite actuar preventivamente, antes que las dificultades se establezcan o se profundicen. En este abordaje integramos las áreas educativa y clínica, ofreciendo apoyo pedagógico para un abordaje integral. Aceptar la complejidad requiere reconocer avances teóricos y clínicos de distintas disciplinas, y hace necesario un trabajo interdisciplinario, y permanente coordinación interinstitucional, formando redes. Una educación de calidad exige desarrollar las competencias necesarias para participar de la vida social y desarrollar un proyecto de vida. Debería ser significativa, para que todos puedan apropiarse de los contenidos, y construirse como sujetos, desarrollando autonomía e identidad. La inclusión no es un simple cambio técnico u organizacional, sino un movimiento cuyo objetivo es asegurar a todos una educación de calidad. Se basa en la diversidad, es un proceso orientado a responder a las distintas necesidades del alumnado, y a incrementar su participación en el aprendizaje, reduciendo la exclusión social. (Unesco 2005). De lo contrario, esta exclusión se ve reforzada cuando la persona crece, ya que la falta de educación dificulta el acceso al trabajo. La inclusión educativa de niños y jóvenes con dificultades para aprender por déficit o por dificultades específicas es compleja, pero, siendo el acceso a la educación un derecho.
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